Noche toledana, noche de callejones y leyendas. Al pasear por las
callejas de Toledo no cuesta imaginar que aquellos pasos que se
acercan pertenecen a un embozado, que un duelo ocurre justo a cinco
metros, que un mercader esconde sus riquezas para evitar perderlas
con la expulsión, que un cristiano ronda a la bella judía o morisca
que suspira tras los cristales y cortinas del mirador, en definitiva,
que el mundo que conoces se ha esfumado años adelante en el tiempo.
Abróchense los cinturones porque vamos a pasar de la guitarra
eléctrica a la nyckelharpa en menos de veinticuatro horas, de los
desayunos a ritmo de rock de ‘La Pepa‘ a Ana Alcaide, el hada de
la nyckelharpa como la llaman en rne.
No me extraña que
Toledo sea la ciudad de la península que ha inspirado más leyendas
(unas doscientas) seguida muy de lejos por Sevilla (que se queda en
unas ochenta) ‘Entorno Toledo’, desde la pasión por su ciudad,
nos ayuda a descubrir algo más de las leyendas y curiosidades que
esconden estas calles: un palacio con puertas en las que cada rey,
asustado por predicciones de invasiones y caídas de imperios ocultas
en un cofre, añadía un nuevo candado, águilas incendiarias,
cristos troceados y sangrantes, inquinas religiosas, damas con
estolas de armiños, apariciones tras los visillos de un ventana,
soldados enamorados de estatuas de mármol…. Las oficinas de la
empresa son un buen ejemplo de lo que se esconde bajo el suelo de
Toledo. Se encuentran en unas antiguas caballerizas de una casa noble
que Julián, un arqueólogo entusiasta, excava poco a poco para
encontrarse cara a cara con la historia de su ciudad. Hasta ahora ha
descubierto pavimento original de la época de los Reyes Católicos,
un pozo y mazmorras de la época árabe, un trozo de muralla romana y
un aljibe también romano, todo en la misma casa, capa sobre capa. En
las mazmorras, nos enseña la momia de un gato y nos explica el
proceso de desecación (habitual en Toledo, nos asegura luego al
mostrarnos las fotos de unas momias que encontraron en una de los
muchos kilómetros de galerías que recorren el subsuelo de la
ciudad)
Bécquer viajaba
muy a menudo a Toledo y en estas calles se inspiran varias de sus
leyendas. Sobre la tapia de un patio asoma un laurel que, según
testimonios de su sobrina, fue plantado por el poeta y en una
placita, solitaria y un tanto abandonada, una placa señala la
ventana donde se le apareció la muchacha de la leyenda de las tres
fechas. El sitio se ha transformado en lugar de peregrinación, en
una especie de obra de arte en transformación. Junto a una cruz que
señala la parte trasera de un altar, sobre la placa conmemorativa
antes mencionada, hace unos años un maestro fanático de Bécquer
dejó un libro, regalo de sus alumnos, que se ha integrado tanto que
casi parece de piedra y hay gente que es incapaz de distinguirlo. El
año pasado un artista añadió unas golondrinas referencia a las
oscuras golondrinas que volverán sus nidos a colgar.
El dicho popular
“pasar una noche toledana” hace referencia a cuando se ha pasado
mala noche y no se ha podido dormir. En estos momentos, no se me
ocurre nada más incierto. Viajen, paseen, piérdanse por los
callejones y plazuelas. Disfruten de su noche toledana.
Direcciones de interés:
Direcciones de interés:
- Oasis Hostel Toledo: bueno, bonito y barato.
- La Pepa: Desayunos variados y también buenos, bonitos y baratos.
- Entorno Toledo: Paseos para descubrir la ciudad. La próxima vez que vaya a Toledo, probaré el Toledo Mágico'.
- Ana Alcaide: música con historia.
- Sala Pícaro: porque no todo ha de ser historia.
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